La provincia de Lugo se promocionará como destino termal

Los orígenes de su termalismo se remontan a la época romana

La Diputación Provincial de Lugo ha confirmado su participación un año más en Termatalia, Feria Internacional de Turismo Termal, Salud y Bienestar en la que se promocionará como destino termal ante profesionales de 30 países.

Con más de trescientas fuentes de aguas mineromedicinales, Galicia es la Comunidad Autónoma española con mayor oferta orientada al turismo de salud. En el ranking de provincias, Lugo ocupa un lugar privilegiado tanto por su extraordinario patrimonio termal, como por una trayectoria histórica que hace de los usos sociales del agua un perfecto vínculo entre pasado y presente.

Los orígenes del termalismo en Lugo se remontan a los siglos I y II. En este período, la antigua ciudad de Lucus Augusti acogió junto al río Miño la construcción de las termas. Hoy, sus restos hacen que el balneario de la capital sea el único en Galicia que conserva sus vestigios originales.

Entre finales del siglo XIX y mediados de los años 30, se produjo el despegue del termalismo. Entonces, balnearios como el de Guitiriz, el Karlsbad gallego, vivieron intensamente este esplendor. Actualmente, las tres fuentes mineromedicinales del municipio y su ruta del agua configuran una oferta orientada al bienestar.

Y en A Ulloa, la comarca jacobea por excelencia, el balneario Río Pambre permite disfrutar del encanto de la Galicia más rural en un entorno natural exuberante.Por último, en la Ribeira Sacra lucense, las modernas instalaciones del balneario de Augas Santas ponen el broche de oro a la oferta de excelencia propia de un destino candidato a Patrimonio Mundial.

Pero la tradición termal lucense no se limita en exclusiva a la actividad de los grandes balnearios. En las zonas rurales de la provincia se encuentran pequeños manantiales antaño reconocidos por sus propiedades terapéuticas: es el caso de las fuentes de O Incio, A Devesa da Rogueira, Céltigos en Sarria, Mouriscados en Chantada, Frádegas en Antas de Ulla o la Charca do Alligal de Vilalba, ejemplos que ilustran la armonía entre nuestro patrimonio natural y la sociedad.

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