- Estará presente en el Bar de Aguas y en la 17ª edición de la Cata Internacional de Aguas
El agua mineral natural Fontecabras, procedente de la Sierra del Águila, ha confirmado su participación en Termatalia. Participará tanto en el Bar de Aguas como en la Cata Internacional de Aguas que celebra ya su 17ª edición y en la que esta marca ha obtenido anteriormente algún reconocimiento. Este espacio tiene el objetivo de presentar a profesionales de diferentes países los distintos tipos y marcas de aguas existentes en el mercado nacional e internacional. Los visitantes a la feria también podrán degustarla y conocer más a esta marca.
La historia del agua Fontecabras va de la mano de la historia de Jaraba, localidad zaragozana enclavada en el Valle del río Mesa y cuyos manantiales cuentan con aguas con propiedades mineromedicinales. En 1981 el propietario del balneario de la Virgen de Jaraba vendió el aprovechamiento de las aguas del manantial “Fontecabras” pasando por diferentes empresas, siendo en 1997 y hasta día de hoy propiedad de la empresa Manantiales del Piedra S.L., que comercializa el agua con el mismo nombre que su manantial “FONTECABRAS”.
El agua mineral natural Fontecabras guarda su pureza natural de un agua termal, transparente, brota a 34º lo que la ayuda a mantener su calidad inalterable. Procede de un manantial subterráneo y su estancia a más de 500 metros le protege de cualquier tipo de infiltraciones. Esta manatial está sitiado junto a dos balnearios muy conocidos entre los aficionados a este tipo de escapadas, el balneario de la Virgen y balneario de Sicilia ambos anclados en el pueblo de Jaraba (Zaragoza), a poco más de 100 kilómetros de la capital. El agua se recoje en esta zona y de dos manantiales, uno el propio de la Jaraba, y otro de La Majuela, que discurre con toda su pureza cercano al pueblo de Cariñena, también de Zaragoza.
Al beber el agua Fontecabras te encuentras un agua gruesa, llena de sabor a bicarbonatos, y con un sodio muy bajo en su composición. Al carecer de sodio se convierte en un producto inocuo para ciertas afecciones crónicas, tales como las cardiovasculares o la hipertensión. Además, su residuo seco es muy importante para el organismo (no para los bebés) y puede ser muy útil para eliminar de forma sutil las impurezas que pudiera haber en el riñón, e incluso pequeñas piedrecitas o cálculos residentes en este órgano que podrían ser arrastradas hacia la uretra.